Y encuentro en tu sombra, el labio perfecto,
mis manos bordean tus muslos inquietos,
y respiro un suspiro,
y beso tus dedos.
Suave hacia a ti, suave hacia mi piel,
enloqueciendo mis sentidos,
envolviéndome en tu ser,
sin dosis perfecta,
tal cual es.
Un anillo aparece en tu nombre,
y mi voz te pierde el respeto,
susurrándote al oído,
sonidos en fuego.
Mi alma de papel,
comienza a escribirse,
tus manos las letras, que trazan siluetas,
aquellas que me hacen sentir.
Anna Flota