viernes, 26 de septiembre de 2008

En espiral

Tal vez pienso en perderme, para volver a encontrarme, tal vez he tenido la curiosidad,
tal vez no he recordado lo mucho que duele, lo fuerte que es tocar el fondo,
y lo más simple, lo más insignificante cobra un sentido diferente... cuando
el alma te duele de tanta soledad, de tanto vacío, cuando ya no puedes compartir,
y te vas quedando, te vas haciendo aparte, y todo el amor, y todo el suspiro,
se guarda en el cajón.

No quiero recordar, no quiero volver a vivirlo, a veces lo necesitamos, para valorar, para
aprender, para cuestionar, para entender.

La soledad te enseña mucho sobre tí mismo, cosas que nunca encontrarás en nadie más, porque
sólo en tí las descubres, pero las personas, el amor, los seres humanos estamos aquí, para
despertar lo más valioso y lo más hermoso que hay en el otro, tenemos el poder de sacar lo mejor y lo peor del ser humano, y en esa dualidad existimos, en esa dualidad nos mantenemos en pie,
para reconocernos, para variar, para poder ser y expresarnos...

Así somos, así hemos evolucionado, y la transformación vendrá con el tiempo y los instantes aprendidos...

anna