domingo, 28 de febrero de 2010

Anídame en tu alma,
vuelveme relámpago,
sujétame en el tiempo,
que hoy quiero perderme..
Soltar mis vicios,
mis ataduras,
mis temores,
ser más yo,
ser de nadie.
Desnudarme ante la lluvia,
rozar entre las gotas,
derramadas sobre mi,
un altar de sueños,
de instantes por vivir.

algo de mi

Escribo sobre las relaciones, sobre el amor, sobre lo que suponemos, sobre lo que es real y es ficticio, sobre lo que sentimos, pero la realidad nos da otra cara...

Hay tanto que expresar, tanto que decir, que las palabras se hacen nudo, y quisiera desmenuzarlas, hacer desapareces la intensidad con la que a veces respiro.

El miedo nubla el sentir, opaca la mente, cierra el corazón, el alma sufre cuando se expone, cuando se abre, como una herida sangrienta, y hoy la luna no ayuda, porque es cuando el ser, se vuelve susceptible, y me siento vulnerable..., me sucede, siempre afecta.

Si lo que siento, solo sucede dentro de mí, tal vez me equivoco, al creer que pudiera ser real, pero, ¿qué es real?, aquello que siento..?, aquello que veo y no siento?, aquello que siento y veo?, o quizá todo es percepción mía.

La ausencia ha robado ecos escondidos de mi ser, ha dejado espacios vacíos, envueltos de nostalgia, y hoy sucede que el mundo se ha detenido, que no tengo pretextos para continuar avanzando, que cuando comienzo a sentir, es momento de detenerme, el peligro acecha, el amor siempre pierde, cuando los humanos juegan...

Miro las huellas que dejaste en mi interior, las lunas que guardan las promesas, que ya no existen, que han sido sepultadas en mi ayer, se han vuelto manos frías, vacías, sin alma.

Nada puede herirme, si yo no expongo mi sentir, pero hoy siento todo, estoy abierta, estoy receptiva, y mi mente no me deja ver, solo las marcas de las heridas, me recuerdan mis pasos, mis luchas y batallas, mis victorias y fracasos, mi bienestar y malestar..

Mis días sin aún nombre...

anna

domingo, 21 de febrero de 2010

De sentires

El corazón, qué es el corazón?, porqué a veces duele.., late, porqué a veces calla, otras me grita, muchas veces se agita.... y todo se siente, muy dentro, aquí dentro.

El alma se va lavando, se va curando las heridas, el tiempo, que detiene, que aprieta muy fuerte la razón, el aire que va dejando espacios...

La contradicción, el sentir del amor...

Todo pasa, y todo se siente, estar vivo, no es más que eso, sentir con la piel, con el alma, con el corazón, con el CORAZÓN...

anna

domingo, 14 de febrero de 2010

Mis Metas
Quiero amarte sin absorberte,
apreciarte sin juzgarte,
unirme a ti sin esclavizarte.
Quiero invitarte sin exigirte,
dejarte sin sentirme culpable,
criticarte sin herirte,
y ayudarte sin menospreciarte.

Si puedes hacer lo mismo por mí,
entonces nos habremos conocido mutuamente,
y podremos beneficiarnos recíprocamente.

Virginia Satir.

sábado, 13 de febrero de 2010

Entre palabras

Cuando todo fluye, cuando las palabras pueden ser las mismas,
pero son pronunciadas por diferentes personas, el sentido siempre cambia...

Através de lo que soy, de lo que leo, de lo que percibo, de lo que me conecta con lo que soy,
procuro escuchar mi interior, seguir lo que la intuición me dice, y soltar, a más no poder soltar,
porque no puedo atarme a nada ni a nadie, porque cada vez comprendo, que no le pertenezco a nadie, y que nadie me pertenece, porque sé que el amor es prestado, y así como hoy me puede acompañar, mañana tal vez me visite la soledad, no siempre podemos escoger.

Escuché las voces del amor y del desamor, las segundas sonaron suculentas, tentadoras, el momento ideal, lleno de éxtasis, de sensación, pero llenas de vacío, de desgarre por dentro..., las primeras, fueron sutiles, apenas podía reconocerlas, pero ahí estaban, susurrándome en silencio, la intención, en seguida supe, tal vez tardé en distinguir, pero me detuve, y supe que una decisión puede cambiar el rumbo de toda tu vida, que las oportunidades, a veces son escasas, pero siempre van a existir, y que lo que he escuchado, he visto, he vivido, me da experiencia, me da solidez, me da esperanza y fe, para seguir perseverando, porque aún en la nada, se puede esperar el todo...

Un momento de lucidez, cambia el giro del alma... y ser transparente, es más fuerte que la propia mentira.

Anna

viernes, 12 de febrero de 2010

lazos de amor... lo leí por ahí es muy bello.. yo si creo

Hay alguien especial para cada uno de nosotros. A menudo, nos están destinados dos, tres y hasta cuatro seres. Pertenecen a distintas generaciones y viajan a través de los mares, del tiempo y de las inmensidades celestiales para encontrarse de nuevo con nosotros. Proceden del otro lado, del cielo. Su aspecto es diferente, pero nuestro corazón los reconoce, porque los ha amado en los desiertos de Egipto iluminados por la luna y en las antiguas llanuras de Mongolia. Con ellos hemos cabalgado en remotos ejércitos de guerreros y convivido en las cuevas cubiertas de arena de la Antigüedad. Estamos unidos a ellos por los vínculos de la eternidad y nunca nos abandonarán.Es posible que nuestra mente diga: «Yo no te conozco.» Pero el corazón sí le conoce.Él o ella nos cogen de la mano por primera vez y el recuerdo de ese contacto trasciende el tiempo y sacude cada uno de los átomos de nuestro ser. Nos miran a los ojos y vemos a un alma gemela a través de los siglos. El corazón nos da un vuelco. Se nos pone la piel de gallina. En ese momento todo lo demás pierde importancia.Puede que no nos reconozcan a pesar de que finalmente nos hayamos encontrado otra vez, aunque nosotros sí sepamos quiénes son. Sentimos el vínculo que nos une. También intuimos las posibilidades, el futuro. En cambio, él o ella no lo ve. Sus temores, su intelecto y sus problemas forman un velo que cubre los ojos de su corazón, y no nos permite que se lo retiremos. Sufrimos y nos lamentamos mientras el individuo en cuestión sigue su camino. Tal es la fragilidad del destino.La pasión que surge del mutuo reconocimiento supera la intensidad de cualquier erupción volcánica, y se libera una tremenda energía. Podemos reconocer a nuestra alma gemela de un modo inmediato. Nos invade de repente un sentimiento de familiaridad, sentimos que ya conocemos profundamente a esta persona, a un nivel que rebasa los límites de la conciencia, con una profundidad que normalmente está reservada para los miembros más íntimos de la familia. O incluso más profundamente. De una forma intuitiva, sabemos qué decir y cuál será su reacción. Sentimos una seguridad y una confianza enormes, que no se adquieren en días, semanas o meses.Pero el reconocimiento se da casi siempre de un modo lento y sutil. La conciencia se ilumina a medida que el velo se va descorriendo. No todo el mundo está preparado para percatarse al instante. Hay que esperar el momento adecuado, y la persona que se da cuenta primero tiene que ser paciente.Gracias a una mirada, un sueño, un recuerdo o un sentimiento podemos llegar a reconocer a un alma gemela. Sus manos nos rozan o sus labios nos besan, y nuestra alma recobra vida súbitamente.El contacto que nos despierta tal vez sea el de un hijo, hermano, pariente o amigo íntimo. O puede tratarse de nuestro ser amado que, a través de los siglos; llega a nosotros y nos besa de nuevo para recordarnos que permaneceremos siempre juntos, hasta la eternidad.

jueves, 11 de febrero de 2010

alma...

andamos a oscuras en busca de una vela encendida...

Me pregunto, a dónde van las promesas que hacemos, que nos hacen, que decimos, que juramos...?

A dónde van los instantes y el recuerdo..., creo que la vida es un momento prestado,
que el cuerpo se acaba con el tiempo, que el alma va madurando y creciendo, que la mente se va endureciendo y forjando, que los sueños cada vez se vuelven más lejanos, y difíciles de alcanzar.

Con el tiempo te vas dando cuenta, que realmente sabes lo que quieres y lo que no, pero a veces te conformas, solo con lo que hay, cuando, en realidad, no debemos conformarmos, debemos tener el coraje de esperar, de ser pacientes, de luchar por aquello que merecemos, que nos hace más feliz.

Una promesa por momentos se acaba, se nubla, lo que hoy pronuncias, mañana puede ser que se esfume, y mantenerla encendida, es trabajo de día a día...

El amor se cosecha, es un regalo, pero también hay que saber cuidarlo, porque así como muere, renace, el amor, tan simple, tan fugaz, tan eterno, nunca deja de existir, siempre está ahí, aunque odies, aunque detestes, aunque fracases, aunque el miedo te perturbe, aunque te desconozcas, pero nunca se va...

Tal vez lo que muere, no es el amor, sino el interés, las opiniones, los caminos, las búsquedas, las pasiones...

Estar en sintonía con alguien, que tu corazón vibre al mismo ritmo del otro, es casi un milagro, es la magia del amor, es aquello por lo que vibramos, y resplandecemos, pero puede ser fugaz, puede ser momentáneo, o puede durar una eternidad...

Y me pregunto... qué son las promesas??

Las promesas, son las que juramos con la mente callada, con el corazón lleno, con el alma despejada, es aquella que sentimos y gritamos, que juramos con el ser, que sentimos y decidimos, es un juramento contigo mismo, con Dios, con el universo, con la vida misma, pero más con esa alma que te hace extasiar...

El alma que te complementa, que te da luz, que te llena, que hace brillar tus más oscuros pensamientos, que te impulsa, que te invita, que te da, que no te quita, esa alma que está hecha para tí y tu para ella...

El suspiro, que se eleva... el amor que se lleva

martes, 2 de febrero de 2010

Si el tiempo pudiera subsanar todas las heridas,
si en la calma yo encontrara lo que busco,
sin en las huellas yo hallara lo que soy.

Algo me detiene, algo que no comprendo,
que no me deja tranquila, pensamientos aleatorios,
inestabilidad que ya no busco,
que ya no quiero...

Quiero calmar la mente, el corazón,
el entendimiento, volverme amor,
ser paz, volverme espiritual....