viernes, 20 de marzo de 2009

Entendiendo un poco el sentido de la vida, de la espiritualidad, ahora no sé que decir, no es que no tenga nada que decir, de hecho hay mucho, pero no sé por donde comenzar...

En menos de dos meses, he asistido a tres funerales, todos de mi familia, dos tías murieron de cáncer, una parienta también falleció , todas por parte de mi mamá, creo que al ver a la gente llorar por sus seres queridos, no es algo fácil de asimilar, aunque tu no estés en sus zapatos, duele ver el sufrimiento, y el solo hecho de pensar que a mi me podría pasar, creo que no lo podría soportar, y solo puedo dar gracias a Dios, por tener a mis padres con vida, y a mis seres queridos.

A veces nos preocupamos por tantas cosas, cosas a la vez tan banales, sin sentido, que si la crisis, que si el desempleo, que si esto, o lo otro, y lo verdaderamente importante pasa de largo, cuando en realidad lo tenemos de frente, hemos perdido, el sentido de pertenencia, hemos perdido el valor y la esencia de lo verdaderamente importante, y es que duele cuando no sucede así, cuando nos dejamos llevar, y no pensamos en lo que tenemos.

En esta vida tendremos grandes pérdidas, nada está asegurado, ni el amor de las personas, ni el dinero, ni la vida misma, cuando te mueras, que seguro sucederá un día de estos, no te llevarás absolutamente nada, ni tu cuerpo, entonces porqué armamos tanto embrollo, debemos aprender a vivir con lo que tenemos, día a día, dando lo mejor de nosotros mismos, y siendo felices, que a veces cuesta mucho, por todo lo que hemos pasado, vivido, o perdido, pero aún así continuar en el camino, que no te queda más, y tampoco te quedarás atrás.

Hemos perdido de vista la espiritualidad, lo que llena al alma, el poder amar lo que somos y lo que nos rodea, estamos en una situación difícil, pero purificadora, y creo que de todo se aprende, día a día aprendemos de las experiencias.

anna