domingo, 5 de octubre de 2008

Hacia una nada...

Como a veces siento la distancia, como el suelo que separa los bordes de mi alma,
a veces siento ese vacío, y duele tanto, que me quedo callada,
más no puedo hacer nada, que resistir, a que pase, a que el tiempo libere todo.

Siento el respaldo que queda, la boca seca, el aliento sin voz, una bocanada de suspiros,
y mil pensamientos dirigidos hacia la nada, hacia un todo, con preguntas y respuestas,
no me llevan a nada, más que a mí misma, y a confíar en lo que soy.

Flotando en el vacío, hundiendo un poco más en la profundidad, así consigo respirar,
al fin liberandome, para poder volar en libertad...