lunes, 20 de abril de 2009

Algo para tocar


Lo inevitable de vivir es soñar despierto

Recojo los pedazos del ayer,
tu nombre se pronuncia en bocas ajenas,
no quiero oírlo más,
porque aunque no quiera,
hiere.
Todo marcha bien,
hasta que te veo en sueños,
y me angustio,
y me lleno de dolor,
que ya no quiero más.
Busco lo que nadie ha podido llenar,
los abrazos que siempre esperé,
la caricia que eleva,
que eriza la piel,
aquella que aún no conozco,
pero que una vez me inventé.
Rozo el secreto de las noches,
las dudas de las estrellas,
la sonrisa de las flores,
los destellos del sol,
busco lo inalcanzable.
Y sueño, sueño incesantemente,
hasta cansarme, hasta despertar
y volver a dormir despierta,
cuando nadie más lo ve,
cuando solo estoy yo.
Deambulando en secuelas,
en instantes que no sé descifrar,
y que hoy me contienen,
en partes infinitas de mí.