lunes, 9 de febrero de 2009

Olvidándome de todo, incluso de mi

Foto: Anna Flota

Hoy la luna me traiciona, su luz me opaca, y me llena de sensaciones,
de alta sensibilidad.

Y no se porqué de alguna forma, regreso al punto donde he estado tantas veces,
como un retroceso, de algo que recuerdo, que hacía daño,
que hería, y que de nuevo me veo envuelta en eso, rogando, suplicando,
y nada...

¿Qué difícil es cuándo pides y no te lo dan?

Tal vez no he aprendido mucho sobre el tema, porque me toca una y otra vez,
por ahí escucho que te dicen que pidas, y que todo se te dará, pero yo pido,
y no se me da, no sé porqué, tal vez sea que pido a las personas equivocadas,
o quizá, no sé pedir, pero no creo que sea eso, porque si he intentado todo,

¿qué estuvo mal?

Dicen que la luna influye en nuestros estados de ánimo, la verdad no sé porqué,
pero puedo comprender, que debe ser la energía, que genera impacto sobre nosotros,
y nos vemos influenciados por diversos estados de sensibilidad, pero lo que es un hecho,
es que a cada uno le afecta de diferente manera.

Hoy fue uno de esos días, donde perdí la fe, la paciencia, me sentí completamente inútil,
sentía que le gritaba a una roca, y por más, solo recibía el eco de mi grito, sin nada,
¿qué tal vez pedí mucho?, lo dudo, siempre he pensado, que la vida es una fuente inagotable de
abundancia, y cualquier cosa es posible, menos las cosas simples,
ahora, no sé si resignarme o seguir, ahora, estoy agotada,
no tengo fuerzas, pero descansaré, pensaré, meditaré y continuaré.

Me hice una idea, y salió lo contrario, creí una cosa, y esa cosa se esfumó,
me siento hoy tan complicada, es uno de esos días, cuando quisiera tomar
un descanso de mi.