domingo, 3 de noviembre de 2013

 
 
Los silencios duelen, la distancia deja marcada una huella en el alma,
la mirada que se queda en el recuerdo,
y las preguntas y las dudas, y lo que ronda en mi cabeza,
y yo sin respuestas...
 
Se mueve el nudo en mi garganta, y el alma está sensible pues no entiende de
nostalgias, ni de adioses, ni de ausencias...
 
Faltó coraje, faltó entrega, faltó arriesgar y apostar,
tal vez los miedos, las corazas, la razón y todo lo que afuera protege,
que no sirve de nada para amar,
pues el corazón no necesita de eso, sólo necesita de abrazos fuertes,
cálidos, protectores.
 
Y cuando intento no pensar, siento,
y duele volver a comenzar...
 
a volver a estar en pie..