lunes, 27 de octubre de 2008

Un sin fin de sensaciones, de emociones, de vulnerabilidad, pasa a través de mí, y me aparto cuando siento que las cosas no andan bien, como buscando un espacio, unos puntos suspensivos, que me permitan pensar y divagar...
La realidad de las cosas, es que pienso en positivo, pienso y creo que merezco lo mejor, que merezco ser amada, que merezco ser feliz, pero a veces pides y no se te da, y otras nada más lo dices, y al instante lo tienes, no sé de qué se trata, pero así sucede, y muchas veces... no se puede evitar.
Pienso en todo aquello que me ha formado, en cada palabra, en cada acto, en cada situación que me ha hecho tomar alguna decisión, buena o mala, impulsiva o pensada, pero siempre dando lo mejor, o lo que yo he creído conveniente para mí.
Y aquí estoy, con nuevas dudas, con nuevas inquietudes, con nuevos miedos, e incertidumbres, pero con ganas de vencerlos, con ganas de romper todo aquello que hace infeliz al ser humano...

Aquí estoy de nuevo...