Hoy el alma pide tregua, 

anhela pausa, añora calma...

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La vida muchas veces, así como las tormentas que llegan y se van,

puede dejar estragos, puede romper y quebrar todo a su alrededor,

pero el alma sigue intacta, aunque el corazón pueda romperse en más.

¿Quiénes somos? 

¿Qué hacemos en este mundo temporal?

¿Hacia dónde vamos?

¿De qué se trata este juego?

Porque a veces, ya no es divertido...

Veo esperanza, alegría, amor, nacimientos, pero también veo dolor, 

pérdidas, relaciones supérfulas, y tristeza...

En este mundo dual, donde podemos conocer ambos sabores de la vida,

 lo dulce, lo amargo, lo ácido, lo insípido, siempre cambiante...

Sólo nos queda vivir el presente, abrazar lo que hoy la vida nos presenta,

porque el mañana no lo tenemos garantizado, solamente el hoy...

¿Cómo vives el hoy?

¿Qué te dices cada mañana?

¿Qué quieres dejar en este mundo?

Si mañana ya no estás, ¿qué te llevarías?

¿Qué palabras has callado que dirías? y a quién?

¿Has amado? ¿Te has amado?

Y si todo esto que somos, se trata de un espejo, de un aprendizaje propio,

de un trayecto y camino personal.

¿Quiénes somos?

¿Cómo se siente tu alma hoy?

Abrázala, ámala, porque antes que a nadie, primero estás tú... porque no podemos

dar aquello que no nos hemos dado...

Y porque la vida, sigue y seguirá...

pero tú, tu alma, tu ser, tu esencia, pertenece al cosmos, a la eternidad...

Somos todo, somos uno, yo soy tú, tú eres yo.

AnN