lunes, 8 de abril de 2013

Por las tardes...

 
Por las tardes pienso en tu mirada,
en tu sonrisa, en tu cabello,
en el café de las mañanas,
en lo que tocas, en lo que dejas ver,
y en todo aquello que guardas en tu mirada.
 
Por las tardes todo huele a ti, los árboles, el jardín,
la tierra húmeda y el sabor de la lluvia,
Por las tardes el cielo se vuelve matiz de rojos azulados,
y nubes gris.
 
Por las tardes camino pensando, pienso sintiendo
que este mundo no es así,
que es perfecto, porque el mar se vuelve eco,
porque la piel se eriza por dentro, porque tu voz se vuelve silencio..
 
Por las tardes, soy yo y tú eres tú,
nos volvemos animales,
y en la noche nos guardamos,
para escondernos, para juntarnos,
para amarnos como algo natural,
como un instinto puro, sin restricciones,
sin lamentos, sin miedos.
 
Por las tardes...


Respiro, vivo, pienso...

 
Respiro el silencio,
lo sútil del miedo,
el instante que no llega,
el momento perfecto que no existe,
un adelanto del futuro,
que no llega,
que es sólo presente,
que es vida,
que es muerte,
que es intentro y no lamento.
 
Vivo sintiendo,
vivo riendo,
vivo sabiendo que
la vida es incierta,
que unas veces te da
otras te quita,
que todo parece, que nada asimila.
 
Pienso en las manos,
pienso en los días,
pienso en las tardes,
en mis noches con brisa,
con estrellas pegadas a la pared,
de aquellos días,
de aquellos momentos donde no vivíamos con prisa.
 
Anna Flota