lunes, 14 de septiembre de 2009

mar de intentos...

El mundo se llenó de tí,
tus palabras fueron huecos
inundando mi ser...
La sal curó las heridas,
el mar la piel,
no quedaron huellas,
ni sombras, no quedó rastro del ser.
Lavé cada sitio concurrido,
tu nombre,
mi aliento,
mis pasos al seguirte...
Cada silencio, cada hecho, cada gesto
se ha borrado,
aún guardo un pretexto y una excusa,
aún me aferro a la nada,
y la nada se aferra al recuerdo.
Pero sigo avanzando,
aún sin entender,
que no entiendo más,
que mis motivos son ciertos,
y sólo me queda esperar...
Anna

1 comentario:

  1. Que difícil es aferrarse a una esperanza llena de recuerdos cuando quizá al final no recibamos nada, pero todos tenemos nuestros motivos y cada quién sabe cuanto vale la pena esperar.

    Pase por aquí y me gusto mucho este entre otras de tus publicaciones. (Por cierto que de Mérida me he traído muchísimos bellos recuerdos)

    Saludos...

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