domingo, 21 de marzo de 2010

Y en la orilla del mar,
mientras rozo el instante,
la luna se vuelve mía,
la siento tan dentro de mi,
sus manos frías abrazan mi cuerpo,
y la noche es testigo de arenas y amores,
de días con eternidad...
Ampliando visitas,
anhelando sueños,
volviéndome prisa,
calma, silencio...
-y tempestad-

2 comentarios:

  1. Y haz de ella tu cómplice eterna en esa tempestad que llevas dentro...

    Un beso

    GloW =)

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  2. Ah la Luna!. Recorriendo tu entrada anterior y esta pareciera que he vivido un día completito, del atardecer al anochecer en un paso entre confesiones, eternidades y amor.

    Saludos

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